Muy buenos días/tardes/noches a todos. Hoy os propongo una entrevista un poco especial: vamos a entrevistar a un autor de un libro a quien no le gusta mucho la tecnología (que lastima) y que ademas se le ha ocurrido imaginar a Steve Jobs reencarnado en perro! si, has leído bien… Antes de leerlo me imaginaba un libro que se aprovechaba del tema pero tengo que confesar que me gusto mucho. Así que pensé en entrevistar a su autor, Pierre Marmiesse. Aquí tenéis la version original en francés y antes de dejaros con su entrevista quería agradecer a Susana Sanchez Carillo (@msusana77 en Twitter) para su ayuda para la traducción al castellano, que tenéis a continuación:
Buenos días,
- ¿Podría presentarse un poco a nuestros lectores, Pierre?
La cuestión del autor me divierte siempre.
Por un lado, la biografía del autor, sea la que sea, no hará que un libro sea mejor o peor. Por otro lado, como lector, yo soy el primero que me gusta saber “algo” del autor y, a continuación, leo el libro, equivocadamente, a través del prisma de esta información. Digamos solo que, por formación, vengo del mundo de la gestión (HEC Paris), que durante un largo periodo he trabajado en el sector audiovisual, en su faceta “negocios”, y seguidamente en la parte creativa, lo que me llevó a escribir.
Quizá de forma más pertinente respecto al libro, siempre me ha gustado viajar y vivir en el extranjero, de ahí el sabor a “road movie” o “roadbook” de la historia.
También tengo una relación “problemática” con la técnica en general y con las nuevas tecnologías en particular. Lo digital me parece menos la culminación de la racionalidad, que un universo un poco mágico, con una huella paranormal y lleno de supersticiones, donde cohabitan modernidad y primitivismo. Desenchufar y luego enchufar una toma cuando la conexión internet no funciona, no me parece tan diferente a encender un cirio con la esperanza de que un dios caprichoso nos conceda nuestros deseos.
- Una pregunta que ya deberíamos haberle hecho: ¿Por qué esta idea para el libro? (Algunos pensarán “otra biografía sobre Steve Jobs” o “ha elegido este tema porque vende”).
Las ideas vienen o no vienen, no se controlan. En el caso de “Les Vies de Steve” (“Las Vidas de Steve”) creo, sin embargo, que el tema del libro deriva precisamente de mi visión, un poco irracional, sobre las nuevas tecnologías.
Mientras que lo digital parece dotado a veces de poderes sobrenaturales (como es el caso de las búsquedas en google, aunque con las decenas al día que hacemos perdemos esa sensación) que tienen la raíz, en parte, en el dominio de lo religioso y lo sagrado, es posible, por el contrario encontrar racionalidad en fenómenos que nuestra sociedad juzga a priori sin sentido.
Steve Jobs era budista, es natural para un budista preguntarse acerca de su propia reencarnación.
Es este va y viene entre el cartesianismo occidental y la forma de pensar budista –encarnados uno y otro por Steve Jobs, que hacía el puente y la gran diferencia entre ellos- que me divertía: sobrepasar las apariencias, incluso tomarlas al contrario, cambiar de punto de referencia, colocarse en el del budismo y ver cómo, entonces, sus creencias nos parecen responder a una lógica.
- En ciertos momentos del libro, nos da la impresión de que ajusta cuentas con Steve Jobs (sin maldad): ¿Me equivoco?
Sería muy pretencioso por mi parte intentar ajustar cuentas con Steve Jobs: Bill Gates podría hacerlo, no yo. No soy nada respecto a Steve Jobs, no tendría ninguna legitimidad. Sin embargo, si no hay que disparar a una ambulancia, lo mínimo es disparar a un Ferrari o a un Rolls Royce de oro macizo. Es el precio a pagar por la gloria.
Steve Jobs es un icono de nuestro tiempo; cuando murió, fue prácticamente divinizado, los homenajes a su genialidad habrían hecho sonrojar a un dictador norcoreano. Por tanto es justo, e incluso, según mi opinión propicio para la salud mental del planeta, picarle un poco: No se juega nada.
Además, el objetivo no es en ningún momento el verdadero Steve Jobs – no he leído su biografía, no me interesa – si no su leyenda, el mito, que nos aclaran mucho sobre nuestro tiempo actual.
La novela me parece bastante claramente anclada en el campo de la ficción – aunque no está prohibido creer, al menos durante la lectura, lo que cuenta, si no, no tendría ningún interés – para que no sea confundida con una entrevista periodística, como escriben algunos –en las que son pagados para no escribir- por ejemplo sobre el rey de Marruecos…
- Apple es una sociedad “secreta” que vigila todo, en el libro citáis claramente el nombre así como el de otras personas existentes (como Tim Cook): ¿No has tenido problemas con ellos a raíz de la publicación de su libro? ¿Sabe usted si lo han leído?
No he tenido ningún problema con Apple y soy el primero que lo lamenta. Una fatwa de Apple contra mí habría asegurado publicidad mundial para el libro. La empresa es bastante inteligente como para no promover una obra que se divierte, amablemente, de algunos de sus defectos, pero al mismo tiempo es consciente que todo lo que hable de ella, incluso con ironía, es de hecho un tributo al lugar que le corresponde en la cultura popular mundial.
Viendo el sueldo por hora de Tim Cook, que dedicara solo dos minutos a leer “Les vies de Steve” (”Las vidas de Steve”) habrían representado un despilfarro.
Los idiomas tradicionales tienen, además, el inconveniente de ser menos universales que la sucesión de 0 y 1 y el libro solo existe de momento en francés.
¿El sucesor de Steve Jobs lo lee? Lo ignoro. En todo caso, la versión digital del libro está disponible en el iBookStore de Apple, que parece el lugar natural para comprarlo y que demuestra que al final siempre es Apple el que gana: incluso un libro un poco irreverente sobre ellos contribuye, ciertamente de forma modesta, a sus beneficios.
- He devorado su libro y llegando al final, nos encontramos pensando “¿ya está?”: ¿Habrá continuación?
Me sorprendería que tuviera continuación, si bien no hay que insultar al avenir. En cualquier caso nunca me he planteado esta posibilidad mientras escribía el libro. Yo quería un formato relativamente corto, bien adaptado, creo que a la dimensión de un cuento o una fábula de la historia. Es preferible que sea demasiado corto a que sea demasiado largo y parar antes de hartar.
Si el lector se queda con ganas de más, yo veo un cumplido: ahora le toca a su imaginación tomar el relevo.
- La acogida del libro ha sido buena (¿contento con las ventas?) ¿Ha recibido amenazas de fans de Apple (sobre todo reivindicativas) en general?
El libro funciona un poco como lo que los americanos llaman un “sleeper” en el terreno cinematográfico: una película que, en su salida, parece un poco “adormecida”, pero que se va despertando progresivamente y se hace hueco gracias al boca a boca.
La idea de inicio, en general, intriga. De ahí a dar el paso y comprarlo, a veces necesita tiempo. Conozco el proceso como lector. No soy un comprador compulsivo. Un libro cuyo tema salga de lo ordinario me llama la atención y me inquieta al mismo tiempo: tengo miedo de que, pasada la sorpresa de las primeras páginas, me aburra.
La crítica de Éric Naulleau (mirar en las fotos al inicio de este post) y las entrevistas como esta, son importantes para convencer a los lectores potenciales. De todas formas, me sorprendería que se vendieran más ejemplares del libro que del iPhone.
Sobre todo que por el momento sólo está disponible en el mercado francófono: sus lectores podrían exigir en una petición una versión española…
Me haría muy feliz que el libro saliera en español sobre todo porque desde hace tres años paso la mitad de mi tiempo en Valencia disfrutando de un clima y un saber vivir excepcionales.
Respecto a los «ultras» de Apple, por ahora son más discretos y más educados que los radicales islamistas. Solo me han hecho algunos comentarios proponiendo pasar el libro por el mortero, sin clavar al autor en la picota; he visto una simpática moderación.
Aquí se termina esta interesante y poca común entrevista. El autor me indica que si algunos de vosotros lectores que viven en España estáis interesados en la compra del libro (físico en papel, no la versión digital) en francés, que me mandáis un mensaje : el autor podría recuperar algunos ejemplares a precio de librería ; y si encontremos un manera de mandarlo hasta España (desde Francia) a un precio razonable, permitiría obtenerlo casi al precio francés de 13 euros.